22 Abr Cómo respetar más el planeta con una piscina eficiente
Hoy es el día mundial de la Tierra y queremos proponerte que tu piscina sea más respetuosa con el medio ambiente. Toma nota y prepárate para darle un giro a la factura del agua y la luz en casa reduciendo además el uso de producto químico. Se trata de ahorrar por el bien del planeta, pero también de tu bolsillo. La palabra clave es EFICIENCIA.
Lo primero que pensamos cuando se trata de conseguir un agua cristalina en la piscina es en cómo trabaja el filtro de la depuradora. El sistema de las piscinas convencionales suele contar con filtros de arena. En ellos el lecho filtrante, que por lo común es de sílex o vidrio, retiene las partículas en suspensión del agua. Se debe lavar de tanto en tanto para eliminar por del desagüe la suciedad retenida. Nosotros, para dar un salto cualitativo y comprometido con la ecología, te proponemos cambiar el filtro de arena por uno de cartucho de papel. Con él conseguirás una calidad de la filtración dos veces superior, ahorrando 6.000 litros de agua al año, por lo menos.
Los filtros de cartucho son de papel plisado reforzado, y retienen partículas de hasta 20 micras, mucho más finas que los filtros de arena convencionales (50 micras). La calidad de la filtración mejora sobre todo por su mayor superficie de filtrado. Pongamos como ejemplo la gama de filtros de cartuchos Hayward SwimClear, que puede ser de tipo monocartucho (hasta 30 m3/h) o en versión multielemento (hasta 35 m3/h). El filtro más sencillo, de monocartucho, tendría si lo desplegásemos 18,6 metros cuadrados de superficie de tela.
¿Sabes cuánto suele gastar una piscina convencional al año nada más que haciendo lavados de filtro? ¿Si te decimos que unos 10.000 litros qué sensación te produce? La sequía que padecemos estos días es preocupante, y el cambio climático no ha hecho más que comenzar, así que cualquier apuesta por la sostenibilidad es más que bienvenida.
Los filtros de cartucho no requieren contralavados, a diferencia de los filtros de arena. Si estos últimos en temporada de baño suelen tener que lavarse cada semana o cada 15 días aprox, en el caso de los de cartucho son suficientes una o dos limpiezas por temporada. Se realiza de forma manual, extrayendo el cartucho y pasándole una manguera durante algunos minutos. Resultado: un ahorro de entre 6.000 y 9.000 litros anuales. Casi nada.
Una mejor filtración con muchos menos contralavados, además de ahorrar agua, supone ahorrar luz. Pero si lo que deseas es optimizar de veras el gasto eléctrico de tu piscina, lo más recomendable es combinar el filtro de cartucho con una bomba de velocidad variable. De esta forma, podrás reducir hasta un 85% el consumo relacionado con las veces que has de encender el motor. Un motor, por cierto, que es el electrodoméstico que más consume en una casa durante los meses de más calor, cuando se trata de uno clásico. Representa nada menos que el 45% de la factura de la luz mensual.
¿Y por qué gasta menos energía una bomba de velocidad variable? Pues porque funciona a menos velocidad durante más tiempo. Por el contrario, una bomba tradicional, en todas las funciones que tenga que hacer (filtración, lavado y enjuague, limpiafondos…), gira a la misma velocidad, que sería la máxima en una bomba de velocidad variable (3500 rpm). En términos generales, una bomba de velocidad variable obtiene mejor rendimiento y unos caudales más elevados que una bomba clásica. Eso, con menos ruido y con menos desgaste del equipo. Si normalmente se usa la piscina unos 5 meses al año, con una bomba de velocidad variable puedes ahorrar de tal forma que en tres temporadas se amortiza su precio.
¿Más maneras de apostar por el medio ambiente y el ahorro energético? Desde luego la sustitución de los focos halógenos por focos led es fundamental. Este tipo de proyectores gastan un 90% menos gracias a su bajo consumo (40W para los proyectores más potentes). La iluminación led es la única opción permitida si construyes una piscina de obra nueva hoy en día. Su vida útil suele ser de más de 20 mil horas. Cuando haya que cambiarlos, afortunadamente, no habrás de vaciar la piscina.
Cerramos la tanda de consejos para consumir menos con nuestra piscina con una realidad suprema: lo que de verdad marca el ahorro es llevar un buen control de los distintos parámetros que afectan al estado del agua, sin dejar que se enturbie jamás. Por eso es acertado contar con un equipo de cloración salina inteligente que te ayude a programar y controlar los tiempos de filtración, gestionando la adición de productos con máxima precisión de forma automática.
Una piscina salina evita tener que manipular producto químico y mejora la experiencia del baño evitando la irritación de piel y ojos. Más allá de eso, y ciñéndonos a lo cómodo y controlado que pueda ser el mantenimiento de una piscina, la combinación de controladores analíticos (pH//ORP/cloro libre) con sistemas de electrólisis salina es perfecta para realizar un tratamiento integral que consiga un agua exenta de materia orgánica que sea tanto desinfectada (sin patógenos) como desinfectante (efecto biocida residual). Si lo deseas, puedes contar con control remoto, de forma que su conectividad te permita monitorizar en todo momento cada parámetro a través de una app en el teléfono móvil.