Cuatro claves para que tu piscina no te vuelva a dar el verano

Cada año, cuando termina el verano, la temporada de bañistas se frena en seco. Septiembre arranca como un “nuevo curso” para las empresas del sector piscinas, pero, ¿y para los usuarios? Muchos, cuando han preferido encargarse ellos mismos del mantenimiento, si las cosas no han ido del todo bien, abandonan su cuidado como si se quitaran un peso de encima. 

La realidad es que el cambio climático está poniendo las cosas difíciles a quien no tiene demasiados conocimientos sobre la química del agua. Los niveles de pH y cloro varían drásticamente por el efecto del calor extremo. Un desequilibrio repentino puede fastidiar el estado del agua varios días, además de ser un auténtico quebradero de cabeza.  

En Aquablau, donde además de dar servicio nos dedicamos a la venta directa para el tratamiento del agua, este verano hemos recibido en nuestra tienda nuevos visitantes con un perfil común: nunca les había costado tanto mantener cristalina el agua. Por eso queremos aprovechar la ocasión para decirlo alto y claro: AHORA ES EL MOMENTO; el momento (si tú eres una de esas personas) de hacer balance y decidir en qué quieres mejorar tu piscina de cara al próximo verano.

Si dejas que se te olviden los malos ratos que te ha hecho pasar, volverás a verte en pleno julio igual. Entonces no habrá empresa alguna que pueda atenderte como te gustaría. Todas estarán a tope, es un clásico. Palabra de expertos. 

Responde sinceramente a estas preguntas: 

1. ¿Cuánto tiempo has dedicado este verano a tu piscina? Cada día, ya sabes: con el limpiafondos, vaciando cestillas, recogiendo hojas, reponiendo pastillas, midiendo niveles, corrigiendo pH, purgando el filtro, haciendo lavados y enjuagues, cambiando el reloj…

2. ¿La has tenido siempre como querías o estaba algo turbia de tanto en tanto? 

3. ¿Cada cuánto has tenido que poner floculante? 

4. ¿Hiciste algún tratamiento de choque por ponerse verde?

5. ¿Tuviste que estar muy pendiente del nivel de agua?  

6. ¿Alguna reparación costosa imprevista? ¿Volvió a fallarte un equipo previamente arreglado?

7. ¿Cuántas veces te aconsejaron justo lo contrario que otra persona te dijo?
8. ¿Y qué te han parecido las últimas facturas de luz y agua? ¿Las esperabas?

Para que los recursos que dedicas a mantenerla sean inversamente proporcionales a tu satisfacción pensar en tu piscina como si fuera un huerto que hay que abonar. Septiembre-octubre no sólo es el momento de bajar las horas de depuración. Hay cuatro claves que ayudan a darle un giro:  

• Tu tiempo es oro: AUTOMATIZA lo que puedas con sistemas como la electrólisis salina (mucho más saludable que la desinfección con cloro convencional), el uso de robots limpiafondos o el autonivelado del agua. 
• Gasta de forma consciente: OPTIMIZA y haz que tu piscina trabaje en conjunto de forma eficiente. Combinar una bomba de velocidad variable con un filtro de cartucho es una buenísima solución para apostar por la sostenibilidad. Calcula cuándo recuperarías la inversión en este equipo superior y saldrás de dudas. Cambiando a una iluminación led también le harás un gran favor al planeta y tu bolsillo. 
• Prevenir es de sabios. Las REVISIONES TÉCNICAS pueden ahorrarte muchos sustos. En nuestro caso, ofrecemos un servicio técnico anual que consiste en 5 visitas periódicas, entre ellas, la puesta a punto antes de la temporada de baño. Pensar en modo pack siempre es sinónimo de ahorro.  
• Póntelo fácil y DELEGA. Por algo existen profesionales de la limpieza y el mantenimiento. Plantéate contratar un plan rutinario sobre todo si vas a estar algún tiempo fuera de casa, si recibes muchas visitas, si tienes un jardín con mucha vegetación, etc. La constancia y el control es lo que de verdad marca la diferencia.